Hice una reserva a la desesperada, desde el aeropuerto de Zürich, minutos antes del embarque de camino a Madrid. El recepcionista, Eduardo, fue muy eficiente y amable, y me formalizó la reserva sin problemas, además de explicarme con todo detalle cómo proceder para la recogida en el aeropuerto por el conductor. Una vez en Madrid siguieron las facilidades. En pocos minutos tras el aviso ya me estaban recogiendo del aeropuerto y trasladándome al hotel. La habitación, magnífica. Me dio pena pasar sólo una noche, la verdad. Por descontado que cuando tenga ocasión, volveré a contar con los servicios de este hotel. Muchas gracias.